Escuela de Circo
La escuela del Club de Trapecistas se abre con el objetivo de difundir las técnicas aéreas del circo tradicional con la nueva mirada creativa que esta época permite. Se combina este lenguaje con el de la danza, la música, el teatro y otras artes. Se trabaja con una concepción completa del ser humano, tanto física como espiritual.
Comenzamos con la enseñanza de la técnica básica de cada aparato, para luego con esas herramientas trabajar sobre la creación y la puesta en escena. Entendemos el arte, en todas sus expresiones, como una necesidad vital para el ser humano.
Esta escuela abre sus puertas en el año 2004 para la enseñanza de técnicas circenses, especializándose en el desenvolvimiento de las técnicas aéreas. Instalada en un galpón de 660 mts cuadrados con una altura de 11 mts, sistema de calefacción y un salón en el primer piso de 4 mts de altura con piso de madera, ofrece la estructura idónea para el desarrollo de esta actividad. Con la seguridad como premisa fundamental de nuestra actividad, la revisión y el mantenimiento de los aparatos es permanente. Así también trabajamos sobre la capacitacion de los docentes, alumnos y artistas que usan este material. El entrenamiento físico que se realiza en la escuela del Club de Trapecistas está enfocado en las diferentes técnicas aéreas circenses: trapecio fijo, trapecio a vuelo, dúo de trapecio, tela, aro, elásticos, cuerda lisa, cuerda indiana y danza aérea. Se busca promover el desarrollo físico de los alumnos y que puedan especializarse en las diferentes disciplinas aéreas. La dirección integral de la escuela está a cargo de Mariana Sánchez.
"Educar por medio de las actividades artisticas es promover ciertas cualidades humanas como el desarrollo de la sensibilidad, el impulso a investigar, experimentar, expresar y transformar, pertenecer, compartir, colaborar y respetar. Educar para la belleza y el goce. Para la convivencia y la paz. Educar jugando para desarrollar la capacidad de jugar. Esta concepcion de educacion tiene como fin el perfeccionamiento del ser humano como obra de arte y no el perfeccionamiento de la obra de arte como fin en sí mismo. El ser humano así se convierte en un artista de la vida, transforma su propia vida en una obra artística. Y por eso necesita realizar una actividad o práctica artística y no solo tener una teoría artística o del arte." Patricia Stokoe
“Me atrevo a tomar este pensamiento como frase que representa mi escuela y mi arte porque es en la escuela de expresión corporal de Patricia donde yo recibi mi primera formacion y por ende, mi primer contacto con el arte. La expresión corporal es algo que nutrió y acompañó toda mi vida, creando las bases sobre las que pude construir luego mi carrera como bailarina, coreografa, docente y trapecista.” Mariana Sánchez